Acerca de bancos y banqueros
La presente crisis ha servido, por lo menos, para que nos demos cuenta dónde está exactamente el problema y quiénes son realmente los malos de la película.
Los Bancos han reeditado el famoso "timo de la estampita" a nivel global. El "timo de la estampita" seguramente es la mayor aportación de España a la cultura occidental. Es genial en su diseño porque implica que el timado es en realidad "timador" ya que lo que pretende es aprovecharse de un pobre tonto. Sin embargo la Ley no castiga al timado sino solo al timador y al supuesto tonto.
Los Bancos han hecho exactamente lo mismo. Durante los últimos años han dado facilidades pasmosas para el crédito. Bancos y banqueros, aprovechándose de que la gente corriente les tiene (o tenía) una extraordinaria confianza y que los considera/ba en esencia prudentes y fiables, han propiciado que todo el mundo soliciase enormes créditos. Todos hemos vivido estos años pasados como nos asaeteaban también, mediante microcréditos, créditos instantáneos, tarjetas de crédito etc.
Si pedías una hipoteca el Banco te incitaba, "pida un poco más hombre y así amuebla o se compra el Cayenne". Hasta los que tenían sus casas ya pagadas picaron dado que habían pasado a valer 10 veces más. "haga unas vacaciones, no se prive de nada...".
O sea el consumidor era el timado y el Banco asumía la doble función de gancho y "tonto".
Pero aquel amable banquero que nos trataba como si fuéramos Onasis y desplegaba la alfombra roja cuando acudíamos a la sucursal se transfigura ahora en lo que ha sido siempre, el implacable usurero-mafioso. Ya no hay alfombra roja, ahora hay refinanciación de deuda (ganando el Banco aún mucho más dinero) y ejecución hipotecaria.
Resultado, los Bancos acabarán siendo propietarios de nuestras viviendas y seguiremos debiéndoles dinero por los siglos de los siglos. Si la cosa mejora nos volverán a vender nuestras propias viviendas a mayor precio y volveremos a endeudarnos, así para siempre.
Y ahora nos dicen que fuimos nosotros, que fue la gente común la que se embarcó en riesgos y en gastos por encima de sus posibilidades. Y es cierto, pero ahí está la gracia del timo, en conseguir que el timado, mueva su dinero o lo entregue al timador y su cómplice creyendo que hace un buen negocio.
Pero hay una diferencia, en el timo de la estampita, el timado suele perder su dinero (como ahora lo perderá la gente, su dinero y su vivienda) pero al menos el timador es castigado.
En el caso de los Bancos no sucede lo mismo, el timador no solo no es castigado sino que es ayudado para consumar su estafa...increible.
Ni siquiera un Banco funciona como una Empresa normal. Cuando una Empresa quiebra, si no tiene patrimonio, sus administradores, e incluso sus socios, responden personalmente con sus bienes particulares. Si un Banco está en riego de quiebra hay que salvarlo entre todos, para que siga timando.
Y por supuesto sus directivos siguen tirando de yate y jet privado.
Tal vez sean necesarias estas ayudas pero ¿y los responsables?. Los timados sufriremos, sin lugar a dudas, las consecuencias de ello pero ¿y los timadores?.
Si alguien cree que algún gobierno hará algo al respecto que se vaya olvidando, los Estados son el principal cliente de los Bancos y nadie morderá la mano que le da de comer.
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