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laturanomelaponedura

ASUNTO ZANJADO

Tras este paréntesis vuelvo a no hablar de política. Ha sido un paréntesis odioso.

 

Me siento como un imbécil por haber picado, como todo el borreguismo, como todo lo que tanto abomino. Hasta tal punto he picado, que traicionando mis más elementales principios, incluso fui a votar.

 

Lo de menos es lo que votase, cualquier elección (en todas las elecciones pero más en estas) era ful; ya se sabe,  por aquello ya comentado de los packs miras de elegir lo menos malo pero te viene con un pack y una mochila….

 

Dado que el independentismo y los independentistas (salvo los coyunturales) para mí son la peor escoria que existe y además no son rehabilitables, por ello me regí, aunque, insisto, lamento haber votado, ya no lo haré más.

 

Confieso que me asusté, que me dejé llevar por la histeria colectiva, lo cual es tanto más doloroso en la medida que fue provocada por unos individuos de un nivel cultural ínfimo y de una catadura moral nula, quizás fue por eso y por el temor a que el cerrilismo nos llevase a abismos insondables que fui a votar; no insistiré (me remito a las entradas precedentes) a que afortunadamente todo esto está acabado.

 

Sí insistiré en un concepto que espero sea útil para aquellos que aún no se hayan liberado de toda esta estupidez.

 

He descubierto con sorpresa que esto, al parecer ya lo dijo Ortega,  lo de aquí, de Cataluña, pura y llanamente no tiene solución, asimilar este concepto es lo que nos hará vivir felices.

 «Yo sostengo que el problema catalán, como todos los parejos a él, que han existido y existen en otras naciones, es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar, y al decir esto, conste que significo con ello, no sólo que los demás españoles tenemos que conllevarnos con los catalanes, sino que los catalanes también tienen que conllevarse con los demás españoles»

Ha pasado lo mismo que con mi enfermedad (pancreatitis, tal vez crónica); durante muchos meses viví angustiado hasta que una doctora de la SS me hizo ver la realidad esto ni se sabe de dónde viene ni se sabe cómo se cura, cuando esto se asume y comprende se vive infinitamente más feliz.

 

Hay una variable distinta en el asunto del independentismo, mientras que la pancreatitis es impredecible,  en el asunto de la matraca hay una certidumbre: Cataluña nunca será independiente,  pero insisto, esto es irrelevante, lo relevante es que es un asunto sin solución, como el de los árabes y los judíos.

 

Lamento, y mucho, darle la razón a Trump con el tema de la capitalidad de Jerusalén, pero la tiene y la cosa es extrapolable a la independencia.

 

Trump ha asumido que este asunto no tiene solución y que los árabes haga lo que haga le van a odiar igual mientras que los judíos le van a dar beneficios cuanto más los apoye pues: la solución está clara.

 

Lo de aquí es lo mismo, es una estupidez intentar satisfacer los deseos de los independentistas porque son insaciables y siempre, se haga lo que se haga, estarán descontentos.

 

Incluso si se les diera la independencia estarían descontentos, porque achacarían todos sus inevitables males, a la herencia de España, al boicó de España o a cualquier otra sandez que les eximiese de responsabilidad.

 

El independentismo es infantil en el fondo y en la forma, un adolescente malcriado que no tiene culpa de nada.

 

Así que como se suele decir a los niños malcriados: ahora llorarás por algo.

 

La postura del Estado (y en este punto concreto apoyo sin dudarlo a Ciudadanos, a la FAES o al Anticristo, si procediere) ha de ser de intransigencia total y absoluta, y de hecho debiera entrarse a saco para desmontar no ya el independentismo, sino el catalanismo y por supuesto, llegar hasta el fondo con los procedimientos judiciales; sin piedad.

 

Esto no generará más separatistas y si lo hace es exactamente lo mismo, el Estado tiene más poder,  por tanto es un problema sin solución,  aunque con un más que probable vencedor y vencido; los perjudicados reales, naturalmente los ciudadanos, pero eso pasaría lo mismo con una política “blanda”, los independentistas han decidido suicidarse y arrastrarnos a todos  a su inmolación, ¿qué le vamos a hacer!, insisto, no hay solución (salvo sobrevivir)  y lo harían igual con cualquier política que se aplicase.

 

Quien esto lea creerá que me he vuelto fascista o que ya lo era, porque lamentablemente se identifica a la izquierda con quien apela al diálogo (aunque sea imposible o baladí) o a quien se muestra tolerante y hasta comprensivo con aquellas ideologías que no comparte e incluso (aunque sea una falacia descomunal) a quien está a favor de autonomías, autogobiernos, referéndums pactados o autodeterminaciones.

 

Pues bien, desde mi punto de vista, lo que ha acabado con la izquierda (por eso no voto) es su incapacidad para defender principios claros y coherentes, en lugar de limitarse a la crítica sistemática a los partidos de derecha y apoyar lo contrario que éstos apoyan.

 

Esto, desde mi punto de vista, es un error insalvable de todos los partidos (por eso no voto), la obsesión de jamás dar la razón aunque la tenga, a otro partido de distinta cuerda  generándose de esta forma menús de imposible digestión.

 

El nacionalismo es malo SIEMPRE, sin excepción, es enemigo del famoso  pueblo SIEMPRE, sin excepción y patrimonio de la derecha SIEMPRE,  SIN EXCEPCIÓN y por tanto debe combatirse a muerte SIN EXCEPCIÓN y en cualquier caso, se vista como se vista y adopte la patina que adopte.

 

Da igual que quienes lo defiendan parezcan gentes de buena fe e incluso bondadosas (curas siempre hay a cascoporro en estas vainas) el nacionalismo  es la sublimación de la propiedad privada, del tribalismo y de la babeliana  división, el germen de todos los males de La Humanidad y lo que aleja a ésta de la posibilidad de trascender,   no caben matices de ninguna especie ni pactos, ni soluciones intermedias, insisto, se debe combatir a muerte implique las alianzas o renuncias que implique, es prioritario a cualquier otra lucha cosa porque solo engendra maldad.

 

Los nacionalismos buenos que puedan haber existido solo se dan cuando el nacionalismo se usa como pretexto para liberarse de una opresión, discriminación o limpieza étnica  REAL Y TANGIBLE, la cual desde luego dista mucho de existir en Cataluña y en general estos nacionalismos buenos precisamente porque llevan el germen del mal acaban degenerando en cosas iguales o perores que las que combatieron.

 

Resumiendo, me la trae al pairo (como siempre) lo que piense la gente de mis posturas (a menudo extremas y aparentemente estrafalarias con relación a la normalidad) pero lo que nunca haré será traicionar los principios básicos y elementales de las únicas ideologías que propusieron  y tuvieron posibilidades reales de cambiar las cosas  o al menos fueron justas en sus planteamientos,  ni siquiera para intentar conseguir esos fines (pues tampoco comparto el apotegma de que el fin justifica los medios).

 

En cualquier caso, doy por zanjada mi vuelta provisional a la política espero que para siempre. Ah, y pese a todo, sigo sin fumar, esto es lo único que saco en positivo de esta crisis. Si esta mierda  no me ha hecho volver a fumar es que puedo con todo….  

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