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LA CHARCA

Cabe suponer que hace miles de años,  unos monos  se instalarían junto a una charca en la que disponían de agua,  de más vegetación y alimento que otros y  de animales que iban a  beber a la charca y les servían de alimento.

Como esos monos serían territoriales y temían que otros monos les quitasen la charca, es patente que lo que hicieron fue defenderla e impedir que nadie se acercase a ella, y lo hicieron a hostias si convenía.

Tenemos aquí, sin duda, el origen de la propiedad privada y, si me apuras, el de los países y naciones. En cualquier caso, estamos hablando de capitalismo salvaje, yo tengo y tú no tienes….mala suerte.

Ya se sabe, la legitimación para poseer determinado espacio, si vamos al origen, no es más que eso, yo lo vi primero.

No hace falta extenderse en lo absurdo, injusto y aleatorio de esta legitimación pero en realidad, si vamos al fondo de la cuestión no existe otra.

Pero el ser humano es complejo y dado a elaborar teorías o conceptos generales.

En una entrada anterior hablé del experimento de las gominolas. Pues bien  no hace mucho vi uno no menos sorprendente que demuestra que, de alguna manera, existe una especie de sentido de la “justicia” no solo en humanos sino incluso en primates.

La cosa es simple se toman dos personas una con una suma de dinero (por ejemplo 100 €) y la otra sin nada. El que tiene el dinero puede darle al que no tiene la suma que quiera o incluso nada. Si el que recibe el dinero acepta, entonces se cierra el trato. Si no acepta ambos se quedan sin nada.

Desde la lógica pura,  el que no tiene debería conformarse con cualquier suma porque siempre mejorará su posición. Sin embargo el experimento demuestra que si el que reparte, reparte poco, el que recibe prefiere que pierdan los dos antes que aceptar una suma “injusta”.

Lo curioso es que se ha probado con monos (recompensando de forma diferente a quiénes hacen tareas iguales) y entran en cólera llegando a destrozar las jaulas.

Si aceptamos que de alguna forma existe esta especie de sentido de lo “justo” habremos de coincidir que el que reparte poco  también debe tener ese sentido. Es decir, en el fondo, cuando da 10 euros de 100 ya sabe que no está haciendo lo correcto.

Pero claro, el ser humano es maestro en la justificación de cualquier cosa.

Volviendo a la charca, seguramente con el tiempo pudo elaborarse una religión afirmando que fue Dios quien guió a ese grupo a la charca en lugar de a otro.

O que llegaron a la charca porque eran más hábiles, más constantes, más trabajadores o en definitiva, se lo merecían antes que otros que no tenían charca.

Cambiemos la charca por todo tipo de propiedades, por países o por naciones y las justificaciones por las que se nos ocurran y tendremos legitimación para todo aquello que imaginemos, por disparatado que sea.

La cuestión es que ES TODO MENTIRA, ninguna persona, ningún país, ningún estado, ninguna raza, NADIE tiene derecho a estar en mejor posición económica o social que otra persona país, estado o raza, el origen de todo está en la fuerza bruta y, en consecuencia, es legítimo recuperarlo también por la fuerza bruta.

Ahora en Cataluña existe un debate acerca del independentismo.

Durante décadas se nos machacó, por parte de los nacionalistas, que esas ansias de independencia tenían su origen en un  sentimiento identitario,  en que se quería preservar una cultura, unas tradiciones, es decir, en intangibles. Y la verdad es que pese al descomunal esfuerzo propagandístico y los billones gastados en ello, las cifras de independentistas no variaban sustancialmente.

Sin embargo, el panorama ahora es muy distinto. Lo que realmente ha movido a la gente a abrazar esta idea es la posibilidad de que, si se consigue, puede que en Cataluña se viva mejor.

No voy a dedicarme a analizar si esto es verdad o mentira. La cuestión es que eso es volver a la charca y, en consecuencia, absolutamente indefendible desde determinadas posiciones.

Me explico, es totalmente legítimo (ya hablamos antes lo que significa legitimidad) que alguien defienda la independencia de este o cualquier otro país, que se pida la autodeterminación etc, etc… ahora bien quien esto hace está defendiendo, a muerte, el sistema.

No entiendo que hace una estrella roja en algunas banderas independentistas. La estrella roja significa socialismo, en su acepción original, es decir no la birria que hay ahora.

Y el socialismo en su origen propugna la lucha de clases, es decir la división de la sociedad por clases, nunca por territorios.

Más sencillo aún, en una concepción pura y clásica de la izquierda de verdad, a mi me resulta indiferente que un determinado señor viva aquí o allá, lo único que me interesa es a qué clase social pertenece.

La idea, siempre hablamos del original,  sería que quienes pertenecen a determinada clase luchasen juntos contra el enemigo común, nunca entre ellos.

Porque en lo que se refiere a los estados aún estamos lejos de su sustitución completa por estructuras internacionales (de hecho últimamente y debido a la crisis se dan movimientos centrífugos). Sin embargo lo que son las estructuras del poder, si son al día de hoy internacionales.

Con lo cual, cambiar el gobierno o ser o no independiente no es más que cambiar de gobernador civil, a lo sumo.

Obviamente, el nacionalismo atenta también contra otro pilar básico de la izquierda (la de verdad), el cuestionamiento de la propiedad privada.

Y es que el nacionalismo (me da igual el español, el catalán o cualquier otro) parte de la base de que existen territorios que son “más de uno que de otros” lo cual desde luego es incompatible total y absolutamente con esloganes tan típicos hace tiempo como “la tierra para el que la trabaja” 

Pero ese no es el tema, insisto, todo Dios es muy libre de defender lo que quiera, lo que me INDIGNA sobremanera y ya me pasaba con la izquierda abertzale, es que se pretenda ir de socialista (los abertzales incluso hablaban de marxismo y maoísmo) cuando se está diciendo que el fin último de la independencia (o uno de los principales) es mirar de vivir mejor.

Si se defiende el sistema capitalista, el deseo independentista, tal como viene ahora formulado, es total y absolutamente coherente y legítimo y de hecho, quienes se oponen a él desde la derecha carecen de argumentos.

Asimismo no perdamos de vista que aunque nominalmente se llamen de otra forma y quizás con la excepción de Izquierda Unida (que podríamos situarla en una posición de socialdemocracia escorada a la derecha), el resto de partidos independistas son de derecha y los de derecha no independentistas son nacionalistas españoles (o sea lo mismo).

Particularmente (y ya supongo que soy rarito) no puedo defender ni apoyar, venga de donde venga, nada que suponga legitimar a los poseedores de la charca o pretenda sustituir a unos propietarios por otros.

Creo en la distribución de la riqueza, no en su detentación sea por parte de unos o de otros y es por ello que jamás apoyaré ni secundaré nada que no tenga como propósito último (aunque me beneficiase, que tampoco es verdad) acabar para siempre con la propiedad privada de la charca.

Creo que lo comenté en algún post anterior, las carcajadas de los que realmente mandan,  viendo como las gentes se pelean entre ellas en lugar de contra ellos, deben ser increíbles.

Cundo se haga una cadena humana para declararnos independientes del FMI, de la Comunidad Europea, de Alemania y se abogue por superar las barreras de los estados y las naciones y cuando esa cadena la hagan personas (lo de “ciudadano” es una estafa) de diferentes territorios  entonces estaremos ante algo que valga la pena, de momento, para ir con los niños a pasar un día de fiesta al campo hay opciones mejores.

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