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VANIDADES

Este verano he estado releyendo el Antiguo Testamento (el nuevo es un peñazo).

Esto siempre va bien ya que por un lado refuerza el ateísmo (yo no lo necesito pero lo que sobra no daña) y por otro sirve para constatar que aunque parezca mentira y tras más de 2.000 años,   aún se encuentran en él los fundamentos de multitud de nombres, costumbres, tradiciones, culturas, creencias y hasta interpretaciones científicas, algo fascinante y lamentable al mismo tiempo.

Uno de los pasajes más conocidos del Antiguo Testamento (creo que es en el Eclesiastés) habla de la vanidad del Ser Humano y de las miserias que ello provoca.

Asimismo hay una película bastante mala en la que Al Pacino hace de diablo (ideal para alguien tan histriónico como él) y en la que al final suelta la frase “de todos los pecados del Ser Humano, mi preferido es la vanidad..”.

Las referencias de La Biblia a la vanidad no dejan de ser sorprendentes en un texto que tiene la chulería de decir que el Ser Humano fue creado a imagen y semejanza de Dios y que dice que hay un pueblo elegido!!!!. Lo de Pacino no lo comento…..

En una sociedad  de hace 3.000 años en la que se identificaba el Universo con el planeta tierra (y ni eso) y que se creía que el sol, la luna y las estrellas eran luminarias que giraban alrededor del mundo no es demasiado reprochable que se tuviese la sensación de que el Ser Humano era algo singular y prodigioso, al fin y al cabo, comparado con los otros seres de los que se tenía constancia, su superioridad era más que evidente.

Lo que me sorprende es que tras quemar a Copérnico en la hoguera y con el conocimiento que existe hoy en día (en esencia lo que existe hoy en día es la consciencia del poco conocimiento que se tiene) se siga considerando al Ser Humano como algo prodigioso y singular, la Naturaleza como algo maravilloso y en general ese extraño concepto que llamamos Vida como algo perfecto y que forzosamente debe obedecer, bien a un diseño (decir “inteligente”  ya me parece excesivo…) o a unas reglas o pautas de extraordinaria complejidad y precisión.

Hoy en día sabemos que de todo lo que existe en el Universo solo percibimos un 5 %  (materia perceptible) ya que un 25 % es materia oscura y un 70 % es energía oscura.

Ese escuálido 5% (materia) es lo que forma miles de millones de galaxias que a su vez contienen (cada una) miles de millones de estrellas,  siendo que alrededor de tales estrellas giran planetas que, en consecuencia,  se contarían por billones o más. (y me dejo estrellas y planetas errantes, cometas, satélites, agujeros negros……)

Por otro lado sabemos también, y yendo de lo “grande” a lo pequeño, que existen infinidad de partículas (que ahora llamamos elementales pero puede que no lo sean) que podrían ser (como ya decían los griegos) “los ladrillos” de todo lo que existe y estas partículas elementales se comportan de una forma que sugiere que todo lo que se creía que se conocía de lo que existe y se percibe (el 5%) puede que no sea cierto afectando a conceptos tan básicos y arraigados en el Ser Humano como la causa/efecto.

Excuso hablar de dimensiones que no percibimos, Multiversos o Universos paralelos……

Pues bien, a pesar de lo apabullante de todo ello, el Ser Humano, incluso en ámbitos científicos  y a veces sin darnos cuenta, sigue pensando que es algo “especial”, es decir, sigue siendo extraordinariamente vanidoso, aunque ya no exista fundamento alguno para ello.

Esta estúpida idea lo permea absolutamente todo hasta el punto que genera abundantes confusiones, incluso en la física ya que no es infrecuente que cuando se habla de la causa/efecto en la física tradicional los legos interpreten que las decisiones humanas existen y tienen una consecuencia o que cuando se habla de “observador” en física cuántica pase lo mismo.

No me extenderé en este aspecto de la cuestión (sería una reflexión distinta) pero es importante entender que ni la conciencia que tiene el ser humano de sí mismo ni la ilusión que tiene de actuar por su propia voluntad son algo verdaderamente real, los actos del  Ser Humano NUNCA son causa de nada, sino consecuencia de algo. Por otro lado hay una apasionante discusión acerca de para qué sirve exactamente la conciencia de uno mismo y desde cuando existe realmente….

La primera confusión es identificar vida e inteligencia o consciencia e inteligencia.

El Ser Humano es un ser vivo y el único ser conocido (por el  Ser Humano naturalmente) que se sabe que tiene conciencia de sí mismo.

Entonces, con la vanidad a la que me vengo refiriendo,  interpreta que todo conocimiento e inteligencia debe emanar forzosamente de un ser vivo o de un ser que tenga conciencia de sí mismo. ERROR.

Si nuestra posición respecto a lo que sea que hay en el Universo  es ínfima, como antes vimos, las limitaciones en nuestra percepción de la realidad son verdaderamente preocupantes.

Incluso en un entorno tan extremadamente reducido y pequeño como nuestro planeta, existen otros seres con percepciones mucho mayores de la materia e incluso posiblemente de la energía, trasladado esto a la inmensidad del Universo….

Es decir la existencia de entes, seres, entidades o X en forma de energía, en dimensiones distintas a las perceptibles por nosotros o pura y llanamente en umbrales de visión, sonido, espacio o tiempo distintos a los que percibimos, no solo es posible sino que desde luego es mucho más factible que pensar en que somos únicos y exclusivos en el Universo!!!!.

Que quiere decir esto, ¿Qué hay que creer en OVNIS, en espíritus fantasmales, en viajeros en el tiempo y demás?. Nada más lejos de mi intención.

De hecho quienes creen en OVNIS o quienes creen que fuimos creados por alienígenas, inciden de lleno en la vanidad de los creyentes ¿pero qué interés podría tener para unos extraterrestres una civilización cómo la nuestra o cómo es posible que unos eres supuestamente superiores (incluido Dios) creen algo tan chapucero?.

Esta es otra cuestión a considerar seriamente, a medida que la ciencia avanza es más plausible que el Universo que conocernos, lejos de ser una maquinaria perfectamente afinada y calibrada es un auténtico caos, una chapuza impensable caso de ser creado por alguien conscientemente.

Aunque sea erróneo,  centrémonos solo en lo que conocemos como Seres Vivos y pensemos un momento: si una civilización, por ejemplo,  fuera  capaz de realizar viajes interestelares, su nivel de conocimiento sería de un calibre tal que es seguro que una civilización como la nuestra les despertaría NULO interés, eso si reparasen ni tan siquiera en ella.

Un viaje interestelar implica bien unos seres de una longevidad inverosímil  para nosotros o bien  el haber descubierto una física inimaginable actualmente que conllevaría que un viaje interestelar fuese una auténtica minucia, de hecho una física que implicaría poder crear cualquier cosa en cualquier tiempo o estar en cualquier espacio o en cualquier tiempo instantáneamente. ¿Repararían esa gente en nosotros?. Más bien no….

Resumiendo, debiéramos abandonar definitivamente toda veleidad acerca de nuestra singularidad y aprender a mirar lo poco que percibimos (realmente poquísimo) desprovisto de toda pátina humanista, no es posible analizar lo que hay fuera del Ser Humano con criterios humanos, eso no funciona.

Debe desarrollarse de algún modo una forma de observación que no esté mediatizada por nuestra raquítica percepción y  nuestro más raquítico conocimiento cuestionando aun más si cabe toda aquella conclusión basada en un razonamiento o estrictamente en una inteligencia que solo podemos calificar de incipiente.

A mi juicio se trata de un ejercicio casi imposible a corto plazo…

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