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CONCIENCIA HUMANA Y SINGULARIDAD TECNOLÓGICA

Seguramente, el asunto de la conciencia es uno de los misterios más grandes que existen, por no decir el mayor de todos ellos, si llegásemos a descubrir las preguntas básicas que plantea este problema probablemente daríamos un salto evolutivo sin precedentes.

Las preguntas básicas que se plantean son cuándo y cómo nace la conciencia exactamente en el Ser Humano, es decir ¿se trata de algo paulatino y que sea adquiere como una cualidad natural de la evolución o se adquiere “de golpe” en un momento dado?.

Si es una cualidad evolutiva ¿para qué sirve exactamente?, ya que desde un punto de vista estrictamente evolutivo probablemente de más problemas que beneficios.

Pero la pregunta que subyace en todo ello es cómo es posible que un ente inmaterial pueda interaccionar con la materia que es el cerebro y estrictamente, cómo los procesos físicos cerebrales dan lugar a la consciencia, cómo las descargas de millones de neuronas pueden producir la experiencia consciente, la experiencia subjetiva.

¿cómo podemos superar el abismo que separa lo objetivo y lo subjetivo, el cerebro y la experiencia consciente? Es un planteamiento muy parecido al planteamiento tradicional cuerpo/alma o mente/cerebro, que han discutido los filósofos desde hace más de 2.000 años. Y aún siguen discutiendo.

Desde mi modesto punto de vista, y al hilo de lo que comentaba en la reflexión llamada “vanidades” hemos de tener presente que esta cualidad  o habilidad del Ser Humano es extraordinariamente reciente por lo que es más que lógico que las dudas, preguntas o cuestiones que existen sobre la misma no puedan resolverse aún.

Estoy casi acabando el interesantísimo ensayo de Julian Jaynes llamado El Origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral, tras ese apabullante título, se esconde un libro interesantísimo que aparte está extraordinariamente bien escrito incluso desde un punto de vista  puramente literario. 

La teoría que desgrana Jaynes, quien sitúa el nacimiento de la conciencia tal y como la conocemos no antes del 1000 AC podrá compartirse o no,  pero lo que es incuestionable es que incluso aunque su nacimiento fuera anterior estamos hablando de una habilidad extraordinariamente reciente en términos evolutivos.

En consecuencia,  difícilmente podemos contestar aún a las preguntas básicas del problema.

Pero a una de ellas estamos muy cerca de contestarla, ya hablé de ello hace tiempo y la verdad es que me parece algo apasionante.

Una de las controversias existentes acerca de cómo surge la conciencia radica en qué mientras hay quien sostiene que esta propiedad de la materia surgirá inevitable y espontáneamente en todo ser que tenga la suficiente capacidad para procesar información,   los hay que dicen que ello no es así y que la conciencia nada tiene que ver con la capacidad de procesar la información (ej. de la Habitación China del filósofo estadounidense John Searle).

Pero en lo que no existe controversia es en que hacia el año 2.029  las máquinas superarán al cerebro humano en capacidad de procesamiento, por tanto es obvio que durante los años posteriores podremos saber si es o no cierta una u otra teoría, ¿tomará una máquina de tabaco conciencia de sí misma?, lo veremos, será algo más que interesante para quienes lleguen a esa fecha.

Aunque quizás no haya que esperar tanto, la Ley de Moore por la cual se llego a la conclusión de que en 2.029 se producirá el evento citado fue formulada en 1965 y no se contaba con Internet.

Actualmente con lo que se ha dado en llamar la Web 2.0 y el posible advenimiento de la Web 3.0 podría precipitarse este fenómeno (si es que se produce), en concreto una “toma de conciencia” por parte de un ente artificial.

Reconozco que me muevo más por voluntarismo que por un análisis científico (no estoy capacitado para él).

Lo cierto es que soy de la opinión de que el Ser Humano solo tiene tres posibles salidas:

1.- Desarrollar un conciencia “de especie” análoga a la de las abejas o las hormigas por poner un ejemplo en el sentido (paradójico) que no se trate de una conciencia consciente sino de una actuación automática, inevitable o inconsciente (no estoy capacitado para utilizar los términos correctos desde el punto de vista de la psicología, sorry)

2.- Singularidad tecnológica

3.- La aniquilación o extinción provocada por el propio Ser Humano o agentes externos.

Analizo brevemente las 2 primeras, la tercera, cada cual reflexione hacia dónde nos conduce seguir en la misma dirección que hasta ahora y si la destrucción viene de elementos externos pues, simplemente no hay nada a hacer.

 

LA CONCIENCIA DE ESPECIE:

Creo que el siguiente hito evolutivo en el Ser Humano sería adquirir la “conciencia de especie”, análoga  a la de abejas y hormigas pero al propio tiempo muy diferente.

De la misma forma que por mecanismos desconocidos aún se ha adquirido la conciencia de uno mismo,  creo que el siguiente paso en la evolución sería la adquisición de una conciencia colectiva o de especie.

Esta conciencia, a diferencia de la de uno mismo, sí que podría tener una utilidad evidente y ligada al evolucionismo, la propia supervivencia de la especie.

Como aún tenemos mucho de mono, tendemos a organizarnos territorialmente en grupos que se enfrentan con otros grupos, esto es algo tribal y atávico, no solo execrable por lo que tiene de barbarie sino que teniendo presente la complejidad de la sociedad humana un seguro de su extinción.

Hemos sofisticado el concepto de clan y enfrentamiento entre congéneres buscando justificaciones al mismo (es una necesidad del cerebro, lo de las justificaciones digo) pergeñando diferentes conceptos, los más notables e igualmente repugnantes: nacionalismo y religión.

Puede disfrazarse con toda la pátina de intelectualidad que se quiera, pero en la base de todo no hay más que un simio meando para delimitar su zona y agrediendo a otros simios.

Estamos atascados en esa fase de la evolución (o simplemente no ha pasado el tiempo suficiente para dar otro salto) pero la próxima fase sería empezar a pensar en términos de especie, colectivos.

Pero ojo, no se trata de pensar en ello u organizar una sociedad en esos términos de forma consciente, sino que de lo que hablo es de un salto evolutivo que nos permitiese pensar como especie, sentir como especie y actuar en interés de la especie, insisto, no como algo voluntario o consciente sino como algo inherente a nuestra propia naturaleza algo tan ínsito en nosotros como la conservación o la reproducción.

De la misma forma que apareció la conciencia de uno mismo, del ser individual ¿por qué no puede aparecer esta conciencia de la especie?.

Pero todos estos procesos naturales/biológicos son extremadamente lentos e imprevisibles….

 

LA SINGULARIDAD TECNOLÓGICA

Para hablar de singularidad al menos en su sentido más extremo, debe darse el suceso antes mencionado (y que no puedo ocultar que espero con  curiosidad y ansiedad aunque falten muchos años y tal vez no llegue), que surja una mente a partir de una máquina o de la unión de muchas de ellas…

Siempre he pensado (también lo he comentado en reflexiones anteriores) que el propósito de La Vida es trascenderse a sí misma.

Es decir, por la propia dinámica de la conservación y adaptación y de la búsqueda de la eficiencia o simplemente por la pura casualidad y mezcla de unas cosas con otras, La Vida debería dar lugar a una mente basada en algo inorgánico, aquí se cierra el círculo;  la vida nace de algo inorgánico y vuelve a lo inorgánico es algo sencillo y elegante, como les gusta a los científicos.

Conocer, especular o ni tan siquiera teorizar acerca de qué puede suceder cuando se genere una conciencia o una mente no humana es total y absolutamente imposible porque cualquier especulación estará henchida de humanismo.

Tan errados están, probablemente, quiénes piensan en Skynet como quienes piensan en un futuro idílico de simbiosis entre hombre y máquina.

A mí me fascina la idea y me sorprende sobremanera que haya quien tema la desaparición de la especie humana, no porque no pueda darse sino porque una vez agotada su función, debiera ser su destino natural y lógico.

Sí,  sería como una muerte y la muerte de un ser querido da pena pero es algo inevitable.

De hecho (e insisto, es especular) dudo mucho que a un ser más inteligente que un Ser Humano le interesase lo más mínimo adoptar cualidades o características humanas, creo que sería letal para él.

Como atinadamente decía mi hijo hace unos días, el Ser Humano (y esto es grandioso) ha mostrado una capacidad sin igual para el invento y una genialidad sin par para hallar soluciones movido todo ello por su inagotable curiosidad,  todo lo cual ojalá desemboque en otra especie, en una singularidad.

Pero frente a estas notables proezas,  el Ser Humano ha demostrado, asimismo una incapacidad total y absoluta para la convivencia y para solucionar problemas sociales, ningún ser superior, en su sano juicio, y cabe suponer que tendría mucho, querría heredar esas características.

Dentro de 500 años (a menos que se haya ido todo a la mierda, que también es posible) los seres que observen la época actual (sean hombres o máquinas) miraran con horror y espanto una Sociedad que persiste en incontables atrocidades y permite formidables desigualdades e injusticias, una sociedad que salvo superficialmente,  no ha logrado erradicar toda la barbarie que parece ser consustancial con el Ser Humano ¿realmente queremos conservar eso?.

Las apelaciones al arte, a la cultura, a la música como compensación de todos esos horrores no bastan, a mi juicio, para pretender la conservación de una especie que se agota en la creación de otra que lo trascenderá.

Para finalizar (y sigo insistiendo es imposible saberlo) decir que no comparto la idea de Skynet.

Es el mismo error que mencionaba en una reflexión anterior  sobre los extraterrestres, es un error de perspectiva, contaminado por la vanidad y el modo de pensar humano, que se cree el centro de todo.

Dada una singularidad de una inteligencia inimaginable, pensar que se entretendría en eliminar a la raza humana (pese a que apetezca bastante) no parece demasiado razonable.

Para una inteligencia de esas características no existiría amenaza alguna que erradicar; es de una jactancia sin igual pensar que el Ser Humano podría constituir amenaza alguna para un ser así.

Partiendo de esa base, tanto podría suceder que la singularidad se diese (y quizás ya se ha dado) y que trabajase en un plano de la inteligencia o de la realidad que ni siquiera podemos atisbar,  como que dejase que las cosas humanas siguiesen su curso hasta su inevitable extinción, sea de aquí a 10 años o a 10 siglos.

Al fin y al cabo, nosotros mismos nos separamos del mono hace milenios y no por ello nos hemos dedicado de forma sistemática a eliminar a los pobres simios, para que….

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